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Se supone que los servidores públicos deben estar al tanto de lo que gira en torno a la dependencia que “dirigen”, sobre todo en una como lo es el DIF donde la atención a los más necesitados es esencial. Todos los días se debe trabajar con las regiones prioritarias, las de mayor marginación, con altos índices de pobreza y, en esta situación se encuentran 17 municipios a los que cotidianamente hay que atender, no son muchos de un universo de 113. Sin embargo, para la directora del DIF estatal, Rocío Beamonte Romero, es imposible aprendérselos y es que a una pregunta ex profeso respondió “mi memoria no llega pa’tanto”……No pos´si. Ya lleva más de un año en ese cargo y aún no se aprende los nombres de los municipios más pobres del estado y, una pregunta, se le habrá olvidado alguna vez cobrar los más de 90 mil pesos que percibe mensualmente o para eso su memoria si da.