Por Héctor Torres
El autodestape de Silvano Aureoles Conejo como aspirante a representar al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la contienda electoral del 2018, generó polémica pues hay quienes le dan el visto bueno y otros lo descalifican y aseveran que Michoacán será el pagano de esa controversial decisión.
De entrada ese anunció opacó, mediáticamente, el tema de la reestructura de la deuda aprobada por el Congreso del estado.
Y las opiniones en torno a ese anuncio se centraron en tres puntos fundamentales: los interinatos, López Obrador y las opciones de Silvano para ganar, primero, la elección interna y, segundo, la constitucional.
En torno al primer asunto se manejó que los interinatos han truncado el desarrollo de Michoacán y en este asunto, líderes empresariales y actores políticos, le recordaron a Aureoles Conejo su compromiso de concluir el periodo para el que fue electo. Le piden que cumpla su palabra.
Y ciertamente, los interinatos generan incertidumbre política, social y económica. Limitan las inversiones y caminan en sentido contrario a la generación de empleos.
Hay tal preocupación por la afectación de los interinatos a Michoacán que dirigentes de organismos empresariales han anunciado que buscarán hablar con Silvano Aureoles para pedirle que reconsidere su decisión.
En el segundo de los casos, señalan que la decisión de Silvano Aureoles Conejo de anunciar su intención de buscar la candidatura perredista a los comicios por la presidencia de la república, no lleva otra finalidad que arrebatar, en alianza con Los Pinos, votos a Andrés Manuel López Obrador quien se perfila para ser el representante de las izquierdas. Incluso militantes perredistas le dieron la espalda a ese partido y se pronunciaron, abiertamente, por apoyar al tabasqueño y no al michoacano, a éste le reconocen su derecho a aspirar a la candidatura, pero no le ven espolones para gallo.
En el tercer escenario a Aureoles Conejo le auguran un panorama complicado para ganar, inicialmente, la candidatura del PRD y, después, la constitucional. A Aureoles Conejo lo ven en Los Pinos solamente que sea el Trump mexicano, es decir que, contra todos los pronósticos, gane.