REPERCUSIONES 

¡PERDÓN SÍ, PERO CASTIGO TAMBIÉN.

Me llamó la atención un artículo del periódico nacional “El Universal” en la semana pasada, relacionada con el consumo de diversos de alcoholes,  que durante un sexenio fue consumido por los acompañantes invitados a volar, a pasear y a “chupar” en el Boing Dream Liner 757-225, aparato,  máquina o avión mismo que fue adquirido en el desgobierno encabezado por Enrique Peña Nieto ,   mismo aparato que en la actualidad se encuentra en el Estado de California, en los Espantados Unidos y  puesto en una subasta  internacional para venderla al mejor postor.

El costo de este “juguete” al servicio de Peñita, fue de casi siete mil millones de pesos, más otra cantidad  aproximada a los 550 millones de moneda nacional, que se utilizaron para remodelar interna y lujosamente la que era en realidad “una mansión presidencial residencia voladora, exclusiva para quique Presidente. Además del alto costo medio pagado, por el tamaño de la aeronave se tuvo que construir un Hangar especial pues  el anterior construido para el viejo Boing 787-8 quedaba ya muy chico, así que al costo de la operación de compra venta se incrementó el gasto todavía más.

Finalmente el fabuloso yet mencionadopartió a su primer vuelo presidencial  con dirección al aeropuerto de Hermosillo, Sonora, AVIÓN vuelo mismo que fue escolta-do por 4 aviones caza de la Fuerza Aérea Mexicana, protegiendo así a la familia presidencial y acompañantes invitados.

Cabe indicar que en la lujosa residencia voladora, ya reseñada, se atendía a la familia e invitados como en el mejor restaurante del mundo;  la cava llena de los mejores vimos y licores y allí, sobrevolando los desiertos, la comitiva de nuestro chaparro presidente, se bebía y paladeaba  en abundancia los finos alcoholes (incluido el tequila) y, lo mejor para los invitados era que no pagaban un solo centavo.

Investigaciones del Periódico Universal, informaron en su tiempo que en la primera parte del sexenio peñista, se consumieron innumerables botellas de Tequila (reposado, desde luego), licores como el Bayle,  y otros importados y exquisitos  coñac de treinta años o más de reposo, sin faltar desde el luego el whisky en abundancia principalmente como el “Chivas Regal de 12 años” (o más añejos aún), lo que demostraba que el ciudadano presidente conocía de alcoholes, que conbebía cortésmente con los ciudadanos invitados y que todos, de alguna manera indirecta e indirecta, participábamos con el pago de impuestos los gastos suntuosos del presi y sus huéspedes especiales.

Pero las cosas han cambiado radicalmente, no se si para buena o mala suerte de los mexicanos,  pero lo que vemos ahora en el Poder Ejecutivo, es a un gobernante  híper kinésico recorriendo los estados y municipios de toda la República e informando diariamente cuáles son sus propósitos para lograr y buscar el desarrollo y la armonía nacional.

Contra el país se han cometido innumerables crímenes realizados por múltiples administradores que operaban desde el centro del poder y por órdenes (seguramente ) de quienes gobernaban; crímenes  cometidos como el del candidato Presidencial  Luis Donaldo Colosio que permanece sin aclarar y desde luego (o tal vez) castigado a quien se dice le disparó y lo asesinó.

Amor y Paz, señala AMLO en sus giras constantes de su campaña y muchos seguramente que consideramos que hay “pecados capitales”, que deben ser castigados y no  perdonados.

¡No o se puede ni se debe olvidar el asesinato de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, como no se nos olvidan, otras atrocidades así pasen lustros, como los que han muerto por la independencia del país.

¡Perdón sí, pero castigo también!